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Seite 057: Das kalte Herz (El corazón frío) |
deutscher Text | texto español |
»Ich
dachte es doch, daß du ein vernünftiger
Bursche seiest«, antwortete der Holländer,
freundlich lächelnd, »komm, laß
uns noch eins trinken, und dann will ich
das Geld auszahlen.« |
-Ya pensaba
yo que eras un muchacho razonable- contestó
el Holandés sonriendo amablemente.
-Ven, tomamos uno más, y luego te entregaré el dinero. Se volvieron a sentar en el salón a beber vino, y bebieron y bebieron hasta que Pedro cayó en un sueño profundo. Pedro el Carbón Munk se despertó con el alegre son de una corneta de postillón y, ¡oh, maravilla!, se encontraba en un hermoso coche que corría por una amplia carretera, y cuando se asomó fuera del coche vio tras sí, en el horizonte lejano y azul, la Selva Negra. Al principio no podía creer que fuese él quien iba sentado en el coche, pues tampoco sus vestidos eran los que llevaba ayer, pero se acordaba de todo con tanta claridad, que terminó por abandonar sus reflexiones y exclamó -Pedro el Carbón Munk soy yo, eso está claro, y ningún otro. |
Vokabular | |
vernünftig = razonable | ![]() |
das Posthorn = la corneta de postillón | ![]() |
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