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  Seite 5: Der kleine Tuk (El pequeño Tuk)



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"Ich liege am Meere, sagt Korsör; ich habe Landstraßen und Lusthaine, und ich habe einen Dichter geboren, der lustig ist; das sind nicht alle. Ich habe ein Schiff rings um die Welt fahren lassen wollen; ich tat es dann zwar nicht, hätte es aber tun können. Und dann rieche ich so herrlich; dicht am Tore blühen die schönsten Rosen!"
Der kleine Tuk sah sie, es wurde ihm rot und grün vor Augen; aber als wieder Ruhe in das Farbengewirr kam, war es ein waldbewachsener Abhang dicht am klaren Meerbusen. Oben darüber lag eine prächtige, alte Kirche mit zwei hohen, spitzen Kirchtürmen. Von dem Abhange sprudelten Quellen in dicken Wasserstrahlen herab und plätscherten lustig. Dicht dabei saß ein alter König mit einer goldenen Krone auf dem langen Haar; das war König Hroar bei den Quellen. Es war die Stadt Roeskilde, wie man sie nun heißt. Und über den Abhang hin in die alte Kirche hinein schritten alle Könige und Königinnen Dänemarks Hand in Hand, alle mit ihren goldenen Kronen auf dem Kopfe, und die Orgel spielte und die Quellen rieselten. Der kleine Tuk sah alles und hörte alles. "Vergiß nicht die Stände!", sagte König Hroar.

-Estoy a orillas del mar -dijo Korsör-; tengo carreteras y parques y he sido la cuna de un poeta que tenía ingenio y gracia; no todos los tienen. Una vez quise armar un barco para que diese la vuelta al mundo, mas no lo hice, aunque habría podido; y, además, ¡huelo tan bien! Pues en mis puertas florecen las rosas más bellas.
Tuk las vio, y ante su mirada todo apareció rojo y verde; pero cuando se esfumaron los colores, se encontró ante una ladera cubierta de bosque junto a la bahía límpida. En la cima se levantaba una hermosa iglesia, antigua, con dos altas torres puntiagudas. De la ladera brotaban fuentes que bajaban en espesos riachuelos de aguas murmurantes, y muy cerca estaba sentado un viejo rey con la corona de oro sobre el largo cabello; era el rey Hroar al lado de las fuentes. Era la ciudad de Roeskilde, como la llaman hoy día. Y todos los reyes y reinas de Dinamarca, coronados de oro, se encaminaban, cogidos de la mano, a la vieja iglesia, entre los sones del órgano y el murmullo de las fuentes.
El pequeño Tuk lo veía y oía todo.
-¡No olvides los Estados! -le dijo el rey Hroar.

Vokabular
der Dichter = el poeta
der Abhang = la ladera
der Meerbusen = la bahía
die Quelle = la fuente
die Orgel = el órano





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